Por Claudia Pachas (@ClauPachas)
El último sábado de mayo, los ciudadanos de Miami, Estados Unidos, vivieron una escena tan perturbante como sacada de película de terror. Un hombre, mismo ‘zombie’, destrozaba la cara de otro a mordiscos.
El atacante se llamaba Rudy Eugene, de 31 años, era un afroamericano exjugador de fútbol de la preparatoria North Miami Beach. Tenía en su haber, un historial de siete arrestos desde que tenía 16 años por diversos cargos, entre ellos agresión y uso de marihuana.
En el momento de la atroz agresión, Eugene se encontraba completamente desnudo mientras devoraba el rostro de su víctima y a pesar del pedido de la policía de soltarlo, hizo caso omiso, fue entonces que un disparo, que acabó con su vida, solo pudo detenerlo.
El herido fue identificado como Ronald Poppo, un indigente que ha vivido en las calles en los últimos años cerca del Puente MacArthur, que une a las ciudades de Miami y Miami Beach. Actualmente se encuentra en condición crítica en una unidad de cuidados intensivos en el Hospital Jackson Memorial.
Armando Aguilar, presidente de la Orden Fraternal de la Policía, informó que Poppo tenía casi 75% del rostro mordido por su atacante, quien se comió las orejas, la nariz, parte de la frente e intentó devorar también los ojos de la víctima, según reportó el Canal 10 de la televisión local.
El panorama es sin duda desconcertante, pero lo que la gente se pregunta es: ¿qué llevó a Rudy Eugene a cometer tal ataque? ¿Cómo es que tuvo tanta fuerza para arrancarle a su víctima, con la boca, la nariz, las orejas y otras partes de su rostro?
Nueva droga: MDPV
Los investigadores que también quedaron sorprendidos con este espeluznante caso, no han descansado en sus pesquisas y continúan estudiando la actuación del ahora conocido ‘caníbal’ de Miami.
Hasta el momento, solo se han pronunciado explicando la fuerza sobrehumana y la locura que llevó a Rudy Eugene a arrancar con sus dientes la cara de su víctima, adjudicando estas acciones al consumo de una nueva droga artificial que se está abriendo paso en Estados Unidos, llamada ‘sales de baño’.
Se trata de un compuesto de cristales de colores, muy parecido a las sales relajantes musculares, con el nombre clínico de ‘Metilendioxipirovalerona’, o MDPV por sus siglas en inglés. Los drogadictos también le llaman ‘Ola de marfil’, ‘Cielo de Vainilla’, ‘Bendición’ o ‘Relámpago blanco’.
El MDPV es un derivado del ‘crack’, basada en la cocaína, que puede ser consumida fumando pipas especiales, por inyección o sencillamente ingiriendo. Al hacerlo, éste actúa sobre los neurotransmisores del cerebro, provocando un síndrome agudo de dependencia y produce alucinaciones, paranoia, aceleración del ritmo cardíaco y genera una fuerza sobrehumana sorprendente. Asimismo, eleva la temperatura del cuerpo a tal punto que conduce al consumidor a desnudarse.
Lo más preocupante de todo, es la dificultad para reconocerla, pues esta droga es vendida en las calles encubiertas en sobres o envases imitando sales de baño real.
Alarmante cantidad de casos
Por otro lado, el aumento de casos es alarmante, pues solo en el estado de Luisiana, desde septiembre hasta la fecha, se han detectado 165 escenarios similares. En Florida, especialistas sanitarios del estado confirmaron la existencia de 15 situaciones en lo que va de año. Y se sabe que California y Nevada no se salvan de su comercio.Un suceso en particular ocurrió en Missisipi. Un adicto al crack y a la heroína se autolesionó con varios cortes en la cara y en el estómago, tras consumir las sales que, según su misma declaración, le produjeron «unas alucinaciones tan terroríficas», de tal manera que decidió escribir a un periódico local para advertir a la gente de que no probara la sustancia.
Otro caso parecido aconteció hace dos meses en Luisiana, donde al parecer el consumo de esta droga ha calado con más fuerza. Un joven, después de haber consumido durante varios días estas sustancias, se hizo un profundo corte en la garganta, dañó varias arterias y se suicidó con una pistola.